En una pequeña bodega de Tunja, con apenas tres operarios y dos hermanos soñadores, comenzó a tomar forma una idea que hoy llena de vida hogares en toda Colombia. Esa historia —como muchas grandes historias empresariales— nació con un objetivo sencillo pero poderoso: fabricar un comedor asequible, de buena calidad, que pudiera llegar a cualquier rincón del país sin que los colombianos tuvieran que pagar de más.
Así empezó Hogar Venecia Muebles, una empresa que hoy es orgullo boyacense y símbolo nacional de diseño accesible. De aquella primera mesa nacida entre maderas, herramientas y fe, ahora se despliega un catálogo completo: comedores, salas, dormitorios, decoración… todo hecho con manos expertas y corazón.
“Hoy somos más de 200 personas trabajando aquí, entre áreas de tapicería, costura, empaque y más. Cada producto pasa por muchas manos, pero con una sola meta: que llegue perfecto al hogar de quien lo necesita”, explica Sofía Vargas, auxiliar de fotografía y edición, quien conoce de cerca cada rincón de la empresa.
Una empresa con raíces familiares y visión nacional
Detrás del éxito de Hogar Venecia hay una historia de familia. Todo comenzó con dos ingenieros, Carlos y Evi, quienes pusieron en marcha la idea. Más adelante se sumó Neila, cuando la empresa ya empezaba a expandirse. Hoy los tres hermanos lideran esta compañía que se ha convertido en motor de empleo y desarrollo en la región.
En un país donde muchas veces se asocia la calidad con precios inaccesibles, Hogar Venecia rompe el molde: diseño, buen gusto y precios justos son su fórmula. “Diseño de calidad y precios asequibles… si tuviera que resumir nuestra esencia en tres palabras, serían esas”, dice Sofía con convicción.
Una experiencia que se puede tocar, sentir y oler
Aunque sus canales digitales están abiertos las 24 horas del día —y sus productos se envían a todo el país—, Hogar Venecia conserva algo esencial: el valor de la experiencia física. “Invitamos a todos los boyacenses a que vayan a nuestros puntos, a que toquen, sientan y se lleven lo que más les guste”, insiste Sofía, convencida de que los muebles también cuentan historias que se descubren con los sentidos.
Con puntos de venta en Tunja, Bogotá, Medellín y Cali, y una tienda online activa en todo momento, la marca ha sabido combinar la tradición del mueble artesanal con la modernidad del comercio digital.
Un futuro en el corazón de los colombianos
El sueño de los hermanos Vargas no se detiene. El objetivo ahora es posicionar a Hogar Venecia como una marca de valor, cercana, nacional. “Queremos que cuando alguien piense en muebles, piense en nosotros. Que sepan que no hay que gastar de más para tener un hogar bonito y bien equipado”, dice Sofía.
Desde su origen humilde hasta convertirse en un referente del diseño colombiano, Hogar Venecia Muebles no ha dejado de lado su esencia: trabajar con honestidad, crear con propósito y crecer junto a su gente. Porque en cada costura, cada madera tallada y cada detalle de acabado, late un pedacito del alma boyacense.